Bomba de calor: una guía sobre su consumo energético

modified: 24 de febrero de 2025

Afortunadamente, en los últimos tiempos, las tecnologías que reducen el consumo sin sacrificar el confort se han vuelto cada vez más populares. Entre los sistemas más avanzados, las bombas de calor desempeñan un papel importante. Estos dispositivos, utilizados para la calefacción doméstica y la producción de agua caliente, capturan el calor del entorno externo y lo transforman en energía ‘útil’ que de otro modo quedaría desaprovechada.

¿Cómo funcionan las bombas de calor?

Una bomba de calor transfiere calor del exterior al interior de un edificio, o viceversa, dependiendo de si está en modo calefacción o refrigeración, mediante ciclos de compresión y expansión de un refrigerante.

Este proceso permite recuperar calor gratuito del ambiente exterior, lo que reduce significativamente las facturas de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Las bombas de calor no utilizan combustibles para su funcionamiento y, por lo tanto, no emiten CO₂. Sin embargo, requieren electricidad: al optar por energía proveniente de fuentes renovables, pueden alcanzar emisiones cero. Esto las convierte en una solución extremadamente eficiente y respetuosa con el medioambiente, ideal para quienes buscan alternativas sostenibles para la calefacción y refrigeración del hogar.

¿Cuánto consume una bomba de calor?

El consumo de una bomba de calor varía según la fase de funcionamiento y puede medirse con instrumentos como un vatímetro.

Por ejemplo, cuando una bomba de calor comienza a calentar, puede consumir más energía para alcanzar rápidamente la temperatura deseada. Una vez alcanzada, el consumo se estabiliza en niveles más bajos.

Entonces, ¿cuánto consume una bomba de calor? Un modelo típico de 5 kW puede absorber entre 500 W y 2.500 W, aunque su consumo eléctrico no es constante y varía en función de las condiciones ambientales.

Inicialmente, cuando se enciende la bomba de calor, el consumo de electricidad es mayor, puede alcanzar hasta 2 kWh en la primera hora, para alcanzar rápidamente la temperatura deseada. Una vez alcanzada esta temperatura, el consumo se reduce en función de la demanda requerida por el sistema.

Para calcular el consumo de una bomba de calor, lo mejor es consultar la potencia absorbida por el dispositivo, que también se indica en el manual de instrucciones.

Para estimar el consumo diario, se puede utilizar un vatímetro, un instrumento que permite conocer los kWh consumidos en un intervalo de tiempo específico y calcular el gasto si se conoce el precio del kWh en la factura. Para usarlo, basta con conectarlo a un enchufe y enlazarlo a la bomba de calor.

¿Tu bomba de calor consume demasiado? Aquí tienes cómo optimizar su consumo

Es bien sabido que la eficiencia de una bomba de calor depende, en parte, de las condiciones climáticas y las temperaturas exteriores.

Antes de elegir y comprar una bomba de calor, es recomendable revisar su COP (Coeficiente de Rendimiento), que indica la relación entre la energía térmica generada y la electricidad utilizada.

Por ejemplo, si una bomba de calor suministra 4 kW de calor al sistema de calefacción absorbiendo solo 1 kW de electricidad, su COP es 4.

Para estimar de manera concreta el consumo y la eficiencia de este dispositivo, es necesario medir la eficiencia estacional (SPF o SCOP). A partir del COP calculado en la fase inicial del diseño, se puede estimar la eficiencia estacional considerando las condiciones reales de uso en el sistema de calefacción al que estará conectada. Algunos factores clave a considerar incluyen:

  • La zona climática
  • La calidad y eficiencia de la bomba de calor
  • El tipo de sistema de calefacción
  • La precisión en el diseño e instalación del sistema

Conclusión

Comprender el funcionamiento y el consumo de una bomba de calor te ayuda a tomar decisiones informadas para optimizar la eficiencia energética y reducir costes, al mismo tiempo que contribuyes a la protección del medioambiente.