Calderas de hidrógeno: ¿Cuál es su eficiencia energética?

Lara Rodriguez | modified: 7 de junio de 2024

Las calderas de hidrógeno se definen como aquellas calderas que utilizan hidrógeno como combustible en lugar de combustibles fósiles tradicionales como el gas natural o el petróleo.
El hidrógeno es una alternativa viable para generar energía porque es un recurso renovable, lo que significa que nunca se agotará como los combustibles fósiles
.

¿Por qué el hidrógeno está considerado una fuente de energía limpia?

El hidrógeno es un gas limpio que produce solo agua como subproducto de la combustión, lo que lo convierte en una prometedora fuente de energía renovable para el futuro y una que puede acelerar los procesos de descarbonización.

La energía limpia, por lo tanto, significa que el hidrógeno utilizado como combustible, cuando se deriva de recursos sostenibles como el hidrógeno verde, no produce emisiones de CO₂.

En consecuencia, el uso de calderas de hidrógeno puede ayudar a reducir las emisiones de dióxido de carbono, por lo que la calidad del aire también se ve afectada de manera positiva.

¿Cómo funcionan las calderas de hidrógeno?

En primer lugar, la caldera toma oxígeno del aire e hidrógeno de la fuente conectada. La cantidad de gas que puede ingresar se controla mediante la entrada de gas. El tamaño de la llama encendida depende de la cantidad de gas permitida.

Luego, los gases se mezclan e encienden una llama usando un quemador. Las calderas de hidrógeno incorporan un mecanismo de detección de llama por razones de seguridad.

En el siguiente paso, la combustión de gases produce gas caliente que se mueve a través de varios tubos mientras que agua fría rodea los gases que luego se calientan. El agua caliente resultante se puede distribuir a radiadores o grifos.

Finalmente, la reacción de la combustión de hidrógeno y oxígeno genera agua como subproducto, la cual debe ser eliminada del sistema, lo que causa la liberación de vapor de agua.

¿Por qué elegir una caldera de hidrógeno frente a una convencional?

En primer lugar, como hemos visto, el hidrógeno es un combustible limpio, lo que significa que su combustión no produce dióxido de carbono, dióxido de azufre o emisiones de partículas dañinas. Esto lo convierte en una solución muy atractiva para reducir el impacto ambiental.

Además, es un combustible altamente eficiente que puede producir mucha más energía térmica que otros combustibles, lo que hace que sea más rápido y más barato calentar el entorno.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la tecnología de calderas de hidrógeno todavía se está desarrollando y probando, y actualmente, estos modelos están disponibles en cantidades muy limitadas en el mercado.

Hoy en día, de hecho, el costo de producir hidrógeno puro sigue siendo bastante alto, lo que hace que la instalación de una caldera de hidrógeno sea menos rentable que una caldera convencional.

Otro aspecto negativo de las calderas de hidrógeno está relacionado con los riesgos de seguridad.

Siendo altamente inflamable, el hidrógeno puede generar explosiones en ciertas condiciones, como la presencia de una llama o chispa. Por lo tanto, las calderas de hidrógeno deben ser diseñadas e instaladas adecuadamente para evitar cualquier fuga de gas.

También hay que tener en cuenta el hecho de que el hidrógeno es un gas inodoro e incoloro, lo que dificulta la detección de cualquier fuga. Por esta razón, sería ideal instalar calderas de hidrógeno equipadas con sensores de gas y alarmas que detecten y reporten cualquier fuga.


¿Ya están disponibles en tienda las calderas de hidrógeno?

Cada vez hay más calderas "preparadas para hidrógeno", también llamadas 20% preparadas para hidrógeno, disponibles comercialmente en la actualidad; es decir, sistemas de calefacción diseñados y construidos para estar listos para funcionar tanto con hidrógeno como con otros combustibles fósiles, como el gas natural.

Estas calderas garantizan fiabilidad y son capaces de adaptarse de forma autónoma a las fluctuaciones en la mezcla de gases, incluyendo aquellas que contienen hidrógeno. Representan una solución avanzada para que los usuarios disminuyan su impacto ambiental y doméstico.

Existen numerosos proyectos y experimentos en desarrollo para desarrollar calderas que utilicen 100% de hidrógeno, aunque los desafíos técnicos que esto requiere son muchos, y provienen principalmente de la gestión segura de este recurso a través de tuberías, válvulas y materiales específicos.

En cualquier caso, los importantes avances en el campo hacen posible especular que el número de calderas de 100% hidrógeno disponibles en el mercado probablemente aumentará dentro de unos pocos años.

Estos son sistemas que representan sin duda un paso importante hacia un futuro más verde porque permiten una transición gradual del uso de combustibles fósiles al uso de fuentes de energía más limpias.