¿Cómo será la casa del futuro? | Ariston

Lara Rodriguez | modified: 20 de mayo de 2024

¿Cómo será la casa del futuro?

Gracias a una serie de innovaciones que mejorarán la comodidad interior y reducirán el impacto ambiental, la casa del futuro será de alta tecnología y sostenible. La tendencia ha estado en marcha durante un tiempo, pero solo aumentará en los próximos años a medida que se desarrollen y se vuelvan más comunes nuevas soluciones inteligentes para hogares ecológicos.
Algunas ya están disponibles, como la automatización del hogar, el Internet de las Cosas (IoT), sistemas alimentados por fuentes renovables y sistemas para monitorear el consumo de energía, mientras que otras se materializarán en los próximos años. Analizaremos cómo serán las casas del futuro y analizaremos las tecnologías más interesantes tanto actuales como las que están por venir..

La vivienda del futuro: tecnología para mejorar la sostenibilidad ambiental

La principal tendencia en cuanto a la vivienda es lograr una mayor sostenibilidad ambiental, aprovechando nuevas tecnologías verdes destinadas a ahorrar energía y reducir nuestra huella ambiental. En arquitectura, por ejemplo, han estado trabajando durante años en el desarrollo de nuevos materiales ecológicos para la "construcción verde", especialmente materiales dinámicos e inteligentes que interactúan con el entorno.
Estos incluyen el grafeno, que hace que el hormigón sea más duradero, resistente y sostenible al reducir la cantidad de materias primas utilizadas. Los ecobricks también tendrán un impacto considerable en las futuras viviendas, que se construirán cada vez más con ladrillos ecológicos hechos de materiales compuestos como el cáñamo y la cal. En el futuro, la construcción también podría usar micelio en lugar de cemento. Este es un hongo utilizado para producir ladrillos resistentes al fuego y también puede regenerarse, según expertos de la Universidad de Columbia.
Además, se utilizarán muebles reciclados y sostenibles para fomentar la recuperación y reutilización de acuerdo con los principios de la economía circular. La naturaleza también jugará un papel activo en los hogares a través del diseño biófilo, para capturar el CO2 producido y reducir la huella de carbono. El ahorro de energía también será una prioridad, desde el uso exclusivo de bombillas inteligentes controladas automáticamente a través de la domótica, hasta electrodomésticos de bajo consumo conectados a Internet y equipados con sensores avanzados para reducir el consumo de energía.
En cuanto a los sistemas, ya existen soluciones verdes disponibles hoy en día, como el sistema solar térmico y la bomba de calor. Las viviendas del futuro se orientarán cada vez más hacia sistemas alimentados por energías renovables, pero también hacia el desarrollo de nuevas tecnologías como las calderas de hidrógeno. Hoy en día, existen calderas ecológicas que utilizan una mezcla de gas y hasta un 20% de hidrógeno, sin embargo, en los próximos años habrá sistemas que utilicen un 100% de hidrógeno producido de manera sostenible, donde el único subproducto será vapor de agua.

Domótica: las casas del futuro serán inteligentes y autónomas

La tecnología ya forma parte de nuestra vida diaria, pero en el futuro será capaz de controlar cada aspecto de nuestros hogares y podremos interactuar con nuestras viviendas mediante comandos de voz.
Una innovación interesante son las ventanas hechas de vidrio de control térmico, que pueden reaccionar a estímulos externos como la luz y la temperatura. Esto significa que las ventanas pueden volverse más transparentes en invierno y dejar entrar más luz natural, mientras que en verano son más opacas para mantener el ambiente interior más fresco, reduciendo el consumo de energía para la climatización y la calefacción.
Incluso el acceso a la vivienda será inteligente, por lo que el reconocimiento facial será suficiente para entrar en la casa sin tener que recordar una contraseña o usar una llave. Dentro de la vivienda, habrá una serie de electrodomésticos robotizados que harán las tareas domésticas por nosotros, como un robot aspirador que limpiará los suelos.
Obviamente, la temperatura interior se controlará automáticamente mediante termostatos inteligentes avanzados, que se pueden gestionar de forma remota a través de aplicaciones o de manera autónoma mediante sensores especiales. Solo necesitarás establecer la temperatura deseada para cada habitación de la casa y el sistema ajustará el funcionamiento de los dispositivos según las condiciones ambientales exteriores.
El Internet de las Cosas cambiará muchos aspectos de la vida doméstica, permitiendo la comunicación remota con dispositivos conectados y los electrodomésticos podrán comunicarse entre sí y con el exterior de manera autónoma.
Por ejemplo, habrá neveras inteligentes que realizarán el pedido de compras ellas mismas en función de tus preferencias alimenticias y la disponibilidad de productos en el frigorífico. La tecnología también jugará un papel en el dormitorio, con armarios que recomendarán qué llevar cuando salgas, iluminación inteligente que facilitará el descanso y persianas que se cerrarán automáticamente cuando los sensores detecten que la persona está durmiendo.
La tecnología también será útil para monitorizar la salud de las personas en el hogar, recordándoles que tomen la medicación recetada o llamando a ayuda en caso de una emergencia médica. Así es como podría ser la vivienda del futuro: de alta tecnología, inteligente y sostenible. Un hogar que nos hará la vida más fácil y reducirá nuestra huella de carbono al mismo tiempo.