Aislamiento 

 

El aislamiento es un tipo de material que ayuda a bloquear o a impedir el paso de la energía térmica a través de él. Hay tres tipos principales de aislamiento: a granel (bolsas de aire atrapado), reflectante (aluminio brillante) y compuesto (combinado). 

  

Por lo general, el aislamiento se utiliza en el interior de los edificios para retener el calor durante el invierno y para detener la entrada de calor desde el exterior durante los meses más cálidos de verano. La elección del tipo de aislamiento adecuado depende del clima. Y también depende del uso exacto, ya que el aislamiento se puede utilizar en varias zonas dentro de una casa, tales como las tuberías, y no solo para la casa en sí. 

 

El aislamiento funciona a través de tres vías de flujo de calor: conducción, convección y radiación. Un buen aislamiento ralentiza la conducción y la transferencia de calor por convección. Para reducir la transferencia de radiación, se necesita un aislamiento reflectante. 

 

Tener un buen aislamiento en todas las zonas de una casa o de un edificio ahorra mucho a futuro. Como la casa está más protegida, los electrodomésticos para enfriar o para aumentar la temperatura funcionarán de manera más eficiente, ya que el calor ni se pierde ni penetra en la casa. Por tanto, se verá reflejado en una reducción de las facturas de energía, lo que también contribuye a reducir la huella de carbono y las emisiones totales de CO2 al medioambiente. 

 

Y no solo eso, sino que un buen aislamiento proporcionará un mayor confort térmico. Sin apenas escapes de calor, disminuye la necesidad de utilizar calderas para mantener el calor en las habitaciones. Del mismo modo, si hay un buen aislamiento, el aire caliente no podrá entrar en la casa y calentarla cuando los aires acondicionados estén en funcionamiento. 

 

Sin embargo, el aislamiento va más allá de ofrecer una barrera para la transferencia de energía térmica. También es muy bueno para el sonido. Un buen aislamiento también proporciona confort acústico. Es posible amortiguar las ondas sonoras, lo que puede reducir el ruido de otras habitaciones, o incluso reducir el sonido de las inclemencias del tiempo en el tejado.