Combustión 

 

La combustión es un proceso fundamental en un sistema de calefacción. Dicho de manera sencilla, combustión significa quemar. Para iniciar el proceso de combustión, el combustible se mezcla con oxígeno y luego se enciende con un quemador. La energía térmica que se libera en este proceso permite calentar el agua de la vivienda. 

 

El combustible que se utiliza en el proceso de combustión puede variar desde el gas natural o el hidrógeno hasta el propano y el petróleo. La combustión tiene lugar en el interior de la cámara de combustión de un sistema de calefacción. Para que la combustión funcione de la manera más limpia y eficiente posible, se debe usar la proporción correcta de combustible y aire para evitar que el exceso de combustible cree hollín que pueda bloquear las tuberías de la caldera. 

 

Hay efectos secundarios derivados de la combustión que hay que conocer y controlar en un edificio. Cuando tiene lugar la combustión, se generan subproductos por la quema de combustible y oxígeno, como el monóxido de carbono. 

 

El adecuado mantenimiento de un sistema de calefacción ayudará a mitigar la posibilidad de fugas inesperadas. Para el mantenimiento anual de la caldera, deberá ponerse en contacto con un profesional para asegurarse de que todos los componentes del sistema funcionan correctamente.